lunes, 27 de octubre de 2008

las aventuras y desventuras de los baldosines michelín (continuación)

Bueno, la verdad es que no sé como empezar las…

Las aventuras y desventuras de los baldosines michelín

Siempre me ha fascinado el diseño en sus múltiples variantes, también me encanta el kitsch

Estando yo de viaje y antes de llegar a Madrid, me fije en un taller mecánico de carretera, no tenia nada de particular, excepto unos fantásticos baldosines, un friso maravilloso compuesto de orondos logotipos franceses y yo sin cámara de fotos…

Pasó el tiempo y en mi ciudad, para mi sorpresa, descubrí un taller mecánico que también lucía este tesoro gráfico.

En estos momentos yo me pregunto:
¿Qué hago? ¿Qué pensará el dueño del taller si entro allí y le pregunto si puedo hacer unas fotos de… sus baldosines? Y si, me atrevo incluso a ofrecerle dinero por ellos
¿Se reirá de mí? ¿Me echará a los perros?

Y es que la duda es muy mala, dejé pasar la oportunidad



Al cabo del tiempo, por fin, me atreví a entrar, le comenté mi afición al dueño del taller y el accedió al que hiciera las fotos que quisiera, ya puestos también le comenté si había alguna posibilidad de adquirir alguno.
Ante mi sorpresa, el respondió:
Si hubieras venido hace dos días te podría haber enrronao de baldosines (palabras textuales), porque otro taller que tenia se me ha pegao fuego y tuve que tirar todo, igual si tienes suerte y te pasas por ahí a lo mejor puedes encontrar alguno.

Tantos condicionantes no me frenaron y excitado como un colegial a un minuto de las vacaciones, me dirigí hacia el taller siniestrado

Ya allí, me adentro en la oscuridad, escombros y hollín por todos los lados, mi esperanza se difuminaba… en ese momento aparece un obrero de la cuadrilla de demolición (que por supuesto no hablaba bien mi idioma), yo intenté explicarle mi macarrónica historia que si esto que si aquello que si el dueño que si el baldosín, al rato de terminar el me mira y no sé si me va echar a patadas o a darme un abrazo, pero no hace ninguna de las dos cosas, llama al encargado de la obra y otra vez a explicar la historia que si el kitsch que si el diseño etc. etc. … Increíblemente me entiende y me dice que si quiero rebuscar por los escombros puedo hacerlo, emocionado comienzo la búsqueda, al cabo de un rato y con las manos negruzcas me llama un tercero acudo y que me encuentro, ¡LA SERIE COMPLETA DE BALDOSINES!


Empiezo a dar las gracias absurda y torpemente mientras abandono el taller con mi tesoro cuadrangular, ya de vuelta al mundo real caí en la cuenta de estaba pringao hasta las trancas y que las baldosines pesaban un huevo y parte del otro, teniendo que parar cada pocos metros. Imposible regresar a casa sin fallecer en el intento.

Entré en un todo a cien cercano y otra vez la historia que si el taller que si el frikismo que si la memez y que necesitaba una bolsa lo bastante fuerte para llevar las baldosas y si no era mucha molestia si podía limpiarme un poco en su baño, apiadándose de mi me dejó unas toallitas con las me limpié bastante bien y pude comprar una bolsa bastante fuerte con la llevar de malas maneras las baldosas hasta casa en la que henchido de orgullo las guarde como el tesoro más preciado… en el trastero, donde dormirán el sueño de los justos hasta que me divorcie o hasta que nos toque la lotería y pueda comprar una casita más grande para mis chorradas.

Un saludo a todos y gracias por leer esta historia, que sepáis que no acostumbro a escribir post tan largos y que este es una excepción, espero que os haya gustado
Posted by Picasa

7 comentarios:

Diego Burdío Román dijo...

Joé macho, que historia. Pero pónte los baldosines en la pared tío, que eso no tiene precio... (aunque claro, si vives con la moza, igual te mira un poco en plan "rápido, dime alguna razón por la que sigo queriéndote").

Un abrazo macho.

alex dijo...

Un garaje. Tu necesitas un garaje. Si están rodeando a un coche quedan integrados con su medio...

lunajupi dijo...

Me ha emocionado la persecución y logro de tus deseos, ..... amén.

P.D.: Me ha encantado la historia y los baldosines, espero que tengas donde exponerlos.

F. CRUSELLAS dijo...

Eres genial. Sencillamente genial.
He vivido emocionado la aventura, me he identificado plenamente contigo y yo hubiera hecho lo mismo (bueno igual no hubiera tenido tantos huevos), pero aplaudo lo que has hecho y me alegro que hayas recibido tu merecida recompensa.
Bravo Melgares eres un tío cojonudo.

jesús cuartero dijo...

Esos baldosines son míticos. El muñeco en cuestrión se llama bibendum (de la oda de Horacio "nunc es bibendum" ahora hay que beber) y en origen fue diseñado para una cervecería de Munich. Sus atribuciones originales cambiaron con los años, ahora se lleva más el si bebes no conduzcas de Stevie Wonder. Uno de los mayores coleccionistas que conozco de Bibendum es Juanjo de la Iglesia que tiene un bar en Madrid con el nombre del muñecote, si viene para el Festival de Fuentes de Ebro ya le pediré información sobre los baldosines

Jaime dijo...

La historia està muy bien narrada. Dudaba mucho de q pudieras poner en palabras ese cuento infantil q me contaste en el trabajo entre pan y mortadela.
Q pena q tenga q aparecer en los comedntarios un tal Cuartero y lo cague todo con sus pedanterias.

elmelgares dijo...

¡Mira que sois!

Castigao sin mortadela te vas a quedar...